Diariamente recibimos correos electrónicos o llamadas telefónicas preguntando si nuestros productos pueden curar enfermedades, devolver la vista a una tía ciega, favorecer la pérdida de peso, mejorar la belleza de la piel y el cabello, etc., motivos que a menudo se derivan de informaciones leídas en Internet.
Nuestros productos son ingredientes alimentarios, no suplementos ni medicamentos, aunque pueden desempeñar funciones útiles para el bienestar de una persona.
La promoción de beneficios para la salud exagerados o completamente falsos no sólo es poco ética, sino también ilegal en la Unión Europea.
Las afirmaciones de este tipo rara vez están respaldadas por la ciencia, pero algunas marcas las utilizan para convencer a los clientes de que gasten lo máximo posible con la esperanza de conseguir resultados milagrosos.
Nuestra filosofía no incluye tácticas desleales y no pretendemos engañar a nuestros clientes.
Para nosotros, un estilo de vida sano se basa en el equilibrio, y nuestros productos pueden servir de apoyo en este camino.